La crisis económica mundial de 2008 estableció nuevos cambios en el sistema internacional al poner de manifiesto el quiebre del sistema financiero, disminución del comercio internacional, falta de inversiones extranjeras directas y una migración inversa desde las economías más globalizadas y más afectadas.
Esta crisis fue resultado de una globalización muy rápida, con escasa transparencia y sin mecanismos de regulación.Para atenuarla aparece un concepto llamado "desglobalización", que hace referencia a la aparición de un movimiento de contracción, de refugio o fragmentación dentro de las fronteras de cada país. Estos cambios se dan en distintos planos: el financiero, el comercial, el monetario y el ideológico.
Esta desglobalización debería traer aparejado un ordenamiento financiero con nuevas formas de regulación. Lo que si no va a perder la globalización es la interconectividad global a través de las telecomunicaciones, artes, culturas e Internet.
Como consecuencia, los tradicionales centros de poder como los E.E.U.U y Europa Occidental, gravemente afectados por la crisis, están perdiendo su liderazgo global. Esto estaría provocando una transferencia histórica del poder y la riqueza hacia Oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario