Conclusión de Sofia Manresa

Llegar a donde estamos hoy fue el resultado de un largo proceso, una larga historia con pequeños factores que cambiaron al mundo. Actualmente esto nos ha dejado en un sistema capitalista y con una globalización que crece cada vez más, sintiendo  el mundo más pequeño, al alcance de todo y haciéndonos sentir a nosotros capaces de lo que nos propongamos. Pero tal vez se confunden los objetivos, entre lo que nosotros sentimos y lo que verdaderamente es. Ya que, lo que quiere este sistema es el poder en sólo algunas manos pero al mismo tiempo convencer a su gente que quiere el bienestar de todos. La diferencia entre los países es una consecuencia de esto, la gran diferencia entre clases sociales también y ni hablar de los casos donde la vida o la muerte depende directamente de ello. Países pobres que son controlados a beneficio de otros sufren las consecuencias de los egoísmos. Este capitalismo ha creado un amor por el dinero muy grande que distorsiona la visión, y que nos hace creer que es el motor de nuestras vidas.

Este mundo presenta también diferencias territoriales, entre los países desarrollados y subdesarrollados. Sus territorios son muy diferentes porque su economía, cultura, modo de producción y tecnología son distintas. Los países industrializados utilizan su territorio para las industrias  y empresas multinacionales y además tienen mayor cantidad de población. En cambio hay países que son agrícolas y su territorio es más extenso, el cual lo utilizan no para el asentamiento de la población si no para cultivo y ganado ( tienen ciudades industrializadas pero no todo el país es así). Además tienen diferentes sistemas económicos, en mi caso al vivir en un país capitalista creemos que es lo mejor y la única opción. Pero países como China implementan el socialista y esto también conlleva a diferencias en la población y en el territorio con respecto a los demás países.

Con respecto a la tecnología, también se pueden ver las diferencias entre los países, aquellos que son capaces de un gran avance tecnológico, por ejemplo en empresas o agricultura permitiendoles abaratar costos y producir más. Esto significa una clara competencia entre aquellos que llevan la delantera y los que siguen sus pasos.

En consecuencia estas diferencias conllevan a un desequilibrio de poder. La influencia que ejercen las principales potencias a los demás países es muy grande. En un país donde se habla español la mitad de los canales de televisión están en inglés, la ropa que usamos están basadas en modas de otros países. Absorbemos esa información como en un proceso natural.